A mi mano un reloj
Al silencio un estornudo
Al otoño una flor
A la “P” una “A”
Como a las dos una “Z”
Al iluso un mundo
Al despierto una despierta
Al día gris un color
A la musa un poeta
Al orgasmo pasión
A Rous, a Mohamed, a Yen y a 6.841mil millones más
Lo único que les falta, se le llama DIGNIDAD.
Roleto
Me encantaba entrar en la ducha
abrir el grifo hasta que escupiera vapores
Meter mi cuerpo y dormir mis brazos
Postrar el chorro bajo la nuca
Mirar como pelos y agua corrían al sifón
Me encantaba durar tanto tiempo hasta quedar dormido
Me encantaba desnudar mujeres
Sus cuerpos con mis dedos
Sus almas con palabras
Chuparles los senos
Dejarles rasguños y también recuerdos
Me encantaba llegarlas al orgasmo
Cuanto y Dios lo sabe cómo me encantaba
Me encantaba tomar café
Fría o cálida que importa la mañana
Café puro sin cucharada de azúcar
Aterrizar del ensueño del baño
Salir de casa con ese aliento a hombre despierto
Me encantaba el café de madrugada
Me encantaba el octubre frío
Caminar por el retiro contar las hojas muertas
Sentarme bajo un árbol
Y esperar las 6 de la tarde
Me encantaba el sol de otoño
Que también caía desde el ramaje
Me encantaba el silencio
Me encantaba la lluvia
Me encantaba los niños lejos.
Me encantaba mi autocracia
Me encantaba decir “mencanta”
Pero ahora, ni sueño contemplo (me levanto a escribir poesias)
Ahora ni beso otros besos
Ya no huele a café en mi casa
En octubre no pasa nada
Es el tiempo que no me encanta
Lo que en un día me encantaba
Culpa tienes causante,
Solo tu y tu la tienes…
Por que deje a lo que era amante
Por que eres tú
La que me encantas.
Roleto.
Convulsiones abastanza
El pecho se encuentra en goce
Sensaciones con olor a café y cigarro
Mis pies levitan sobre la esperanza
De que el sentimiento que aquí se impone
Cuando amanezca no esté lejano.
Añoranza improvisada
Atracción de tu sonrisa
Lo que nunca he visto
Siempre lo he pensado
Es la esencia de ser la última hoja en invierno
Es el mágico recuerdo del encuentro pasado.
Inefables ojos tuyos
Oscuros y marrones
Hermosos sin querer
De verlos, yo concluyo
Que fue un zarpazo la primera vez
Que mil zarpazos deseo tener
Sí es posible yacer en zarpazos
Y nacer en ellos, observándote.
Agonía del rincón
Complejo del pretexto
Veo la palma de mi mano
Tu sombra que no está
Sensación de sentirme incompleto
Como la mirada perdida
Es mirar sin mirar.
¿Quien soy, quien es éste?
A quién tiempo pasa después del después
Tan rápido y absurdo
Tan cruel e impotente
Necesito volver otra vez
A tu sombra en mi mano
A tu olor en mi mundo.
Por eso te pido divina causante
Que guardas sonrisas en brujo color
Logrando en mi mente aparecer
Te pido que puedas traer lo de antes
Tus lustres marrones tu pálido olor
Convierte mañana de nuevo en ayer.
Roleto.
Mi frio en los labios
Mi silencio de ultratumba
Mis lágrimas ya secas
Mis cerrados ojos negros
Mis inertes manos pálidas
Mi quietud sin prisa
Mi espacio de cuatro tablas
En una oscuridad infinita.
Ya sé que es, vivir en muerto.
La gran pregunta tiene respuesta
Ahora cuestiono si se me escucha
Si doña Muerte me tiene en cuenta
Mucho gusto doña Muerte,
Leonardo Gonzales a su merced
Relojero fue mi quehacer
En ello encontré trabajo
Mi servicio es para usted
Si entre finados el tiempo,
Se sigue usando.
·······························································
Este silencio espectral
Invade ya mi conciencia
¿No me pretende dar
La muerte acaso su audiencia?
Así poder defenderme
Hacer una llamada o pedir un abogado
Lo que se haría en un juzgado
Si entre rejas yo estuviese
Rejas o tablas, no importa
Aquí todo esta oscuro
Aunque la celda no la conozca
Yo de aquí salgo seguro.
Ya me basta haberme ido contra el piso
Un golpecito de nada, con eso no llora un niño
No para tanto alboroto tampoco fue tan nocivo
Menuda muerte burlona con la que me ha salido
Aquí la seguiré esperando a ver si llega temprano
Puede que tenga jaleo son los gajes del oficio
Un accidente múltiple o agoniza un buen cristiano
Pero que venga pronto que aquí ya huele a podrido.
Roleto
Yo me guardo secretos
Miedos, fechas de nacimiento
Ganas de llorar y alguna que otra carcajada
Yo lo archivo en el cajón de las medias
En el susurro del sueño, en la cordura
En esa conciencia con la confianza estropeada
Pero no se olvidan, no se dejan, no se borran
Se les pone bajo tierra y se les riega
Se les habla, se les palpa el buen humor
Se les cuenta un chiste, por si acaso,
Se les mima la osadía, el recuerdo y el disfraz…
Brotan, crecen, por supuesto, florecen
Tal aroma a intimidad desvirgada,
Que las abejas no zumban, recitan.
Y un día en el portón de tus preguntas,
No te alarmes si te encuentras mis floreros
Con un tarrito de miel, pa´ las tostadas.
No es el mejor momento para mirar al cielo
Los tejados de Madrid se ocultan bajo un desencanto
como si a sepia las nubes se vistieran
o saltar al vuelo y ni el viento sople
un sentimiento triste, lóbrego, cansado,
Menguante…
Un día donde las sonrisas, caricias, y las gracias
Son espermas encendidas frente a la ventana abierta
Un maldito lunes con sabor a lunes,
Un jodido viernes con ganas de lunes
O cualquier noche con los ojos leales al techo
Un ciclo de 24 horas que pasan
Con ojos tristes de perro azul
Una procesión de segundos al reloj
Con olor a incienso, con el tiempo muerto
Van de luto y sepia
El metro suele ser más que prisión
El lugar más tranquilo, mi refugio
Comparto en él, minutos con otros
La abuela que lee el libro, El joven con el móvil
La chica triste que mira al suelo
Las señoras que hablan y garlan
La epidemia de bostezos
El vicio de hurgarse la nariz
mientras se escabulle el tiempo leyendo un algo
Y esa mirada que a veces me mira
Tan pronto se pierde cuando la miro
Pequeño capricho de dos minutos
Autentica historia de amor iluso
De amor anónimo, de amor amnésico
De amor con punto, de punto aparte.
Pero es tranquilo cerrar los ojos
Tranquilo es llamar el sueño
Y más tranquilo dormir sin rumbo
Borrar la sepia de los colores
Aquí en el metro, en mi refugio.
Ayer, Mar despertó
Cuál mar sereno
Secó sus lágrimas
Acarició la almohada
Se mató el bostezo.
Se elevó pasito
Atravesó la alfombra
Se posó en la ducha
Y pensó -¿en qué sueño?-
Al abrir los ojos
Se recogió el cabello
Le asaltó un suspiro
Y termino llorando…
Mar recordó
Que ayer
A la vil tijera
Se le fue la mano.
Mañana, Mar despertará
Cuál mar sereno
Secará sus lágrimas
Acariciará la almohada
Matará el bostezo
Se elevará pasito
Atravesará la alfombra
Se posará en la ducha
Y pensará -¿en qué sueño?-
Al abrir los ojos
Se recogerá el cabello
Le saltará una sonrisa
Y terminará riendo…
Por que recordará
Que su corte
A él
Le parece tierno.
Roleto.
Ahí veces en que me guardo las palabras,
Me adentro el sentimiento
Me como el beso con las ganas
Colecciono mis Tequieros…
Tengo un Florero de ellos por toda la casa
Tequieros por el suelo
encima de la cama
en la tina del baño, pegados en el espejo
Tequieros en la lavadora
tendidos en el patio
sobre la impresora
Entre mis libros los Tequieros.
Mi madre el otro día me dijo:
- Organizas esos Tequieros o terminare tirándolos!-
Lo que ella no sabe es que los Tequieros no se marchan
Solo los puedes invocar vos
No hay escoba, lejía, ni quita manchas
Los Tequieros me acorralan
Quieren saber de ti
Me llenan de preguntas
¿Si hoy te vi?
¿Que perfume te untas?
¿Si esos zapatos lindos que tanto me gustan
Son de color marrón o gris?
Tenemos discusiones
Y también lindos momentos
Discutimos los temores
Abrazamos los recuerdos
A la hora del té
Sorbemos y suspiramos
Por que el té me tiene despierto
El tú me mantiene queriéndote
Pero me miran cada día con mas rabia
y estoy casi seguro que un día
Contra mi tomaran la rebeldía
y me acecinarán en la plaza
Por que exigen su liberación!
Y esa es, que llegue el momento
De estrellar mis Tequieros
En tu corazón.
Roleto
El que espera observa, ojea, divaga…
Zapatos, segundos, nubes
A cualquier ritmo, color y forma
Se encoje en la escalera, en el árbol o en el faro
Mira el Cielo, y algunas veces se va en la cadera
De alguna que ha dejado esperando a otro
El sol se le oculta en pensamientos
La luna nunca llega
Cabalga son soltarse del musgo
Que cubríosle el cuerpo y el reloj
Sus manecillas trepan entre ruinosas dudas
¿Vendrá? ¿Es ella? ¿Y si no…?
Ve risas, prisas, besos
Todo lo que no hace
O lo que no da cuenta que ha hecho
Las veces que no está en espera
Después vuelve en sí
Hace fuerza para convencerse
de un minuto más y partir
Pero los que esperan no saben
Contar menos de sesenta…
Se hace daño por que el tiempo le pesa
Sus huesos frágiles
Sus blandos músculos
No resisten como su anestesia
El que espera ve como otros se van
Cogidos de la mano de unos ojos azules
Otros, abrazados a la resignación
De cargar con mil minutos muertos
El que espera depende de un horizonte
Que a veces turna con mirar al suelo
Éste vicioso del minutero y la paciencia
Pierde el rumbo de donde ha venido
Espera lo que espero…
Ver a su Ausente sonreírle a los ojos.
Roleto.
Pasajero en tu ausencia
De un lugar sin norte
Asiento de reserva para soledad y yo
Al lado del pasillo, por que la ventana asusta
Y lento es todo cuando no estas tú.
El bus a donde lleva es un secreto
Puede que me baje en la siguiente estación
Caminar por calles que no conozco
Pero donde puede que te encuentre a vos.
Como un día te encontré puede ser otro día,
Uno mas uno siempre serán dos
Suma los minutos de mi melancolía
Y extrañarte será su resultado.
No se si pueda acariciar tu mano
Hasta en mis sueños húmedos
Que no son por otra cosa que por las lágrimas
No se si pueda acariciarla yo.
Me bajo de tu Ausencia
Que sigue su rumbo a algún lugar
¿Donde estas?
Se que me escuchas, se que me sientes…
¿Me has llegado a extrañar?
Seria bonito, lo más sublime…
Que de la ausencia desciendas.
