Despierto de la modorra que me cegaba. Descubro que todo lo
que tengo a mi vera, no es más que un puñado de cosas inútiles. Un televisor
estropeado, unos Cd’s sin nombre ni padre. Un tazón de café y cables que no se
como aparecieron aquí, un móvil sin batería y unas películas de la biblioteca a
punto de pisar. Llevo desde las 9 de la mañana de pie y con los ojos abiertos
pero despierto al preguntarme ¿donde estará el pañuelo de las gafas?
Ponerse unas gafas sucias es tan incomodo como el dolor de
la espina enamorada de la palma de la mano o la pegajosa piel con casi 40º un
agosto a las 2 de la tarde. Aun así todo esto se soporta con modorra pero sin
ella…
Sin modorra te levantas con la conciencia puesta, miras a tu
alrededor un completo caos lleno de cosas que te miran directamente esperando
que las ignores y continúes durmiendo. Pero lo primero que se siente es las infinitas ganas de salir corriendo. Correr
a veces es la mejor solución, nos lo han demostrado nuestros antepasados para
salvarse los huevos a lo largo de la historia. Pero cuando quieres correr del
sitio donde tienes que volver por que la mitad de tu vida lleva ahí… pues tomas
otra solución.
Coges la primer cosa que tenga forma de bolsa que no se
traspase y empiezas a meter, libros inútiles de cocina que nunca abriste, pero
que en su día recibiste con gran ilusión, tanta como la ilusión que desprende
ese regalo de amigo invisible que sabes que no usaras y que para que la persona “esa Rácana persona
que tubo la suerte de regalarte algo” no descubra que su presente vale una
mierda, pues la abrasas así ocultas la cara de culo que te queda. La hermosa
virtud de ser buen Amigo… en fin la falsedad según la sociedad es un defecto,
pero hay que ver quien lo dice, la madre de ellos. La falsedad esta sub-valorada ya que ésta es la mejor de
las amigas.
La falsedad es el punto de equilibrio del sujeto y los demás,
si se pusieran todos a decir verdades de lo que se siente y se piensa de lo que
nos rodea y de quien nos rodea, sería lo más parecido a una alarma mundial
donde todo el mundo despertara a la misma hora. Pero como sucede con frecuencia
no todo el mundo amanece de buen humor. Puede que la humanidad sea una
preventiva mujer que duerma con falsedades tal cual hace la madre a su hijo a
punto de nanas.
Continuas metiendo mierdas en esa bolsa, hojas de cursos,
tiendas nuevas, brujos africanos, en fín publicidad inútil que recibes por la
calle pero que nunca ves, solo las recibes por que te da pena el tío que las
reparte, ese humillante sentido de la empatía que nos hace pensar que puede que
algún día también te toque repartir hojas por la calle con cara de limbo, extendiendo
las manos con hojas de alguna empresa. En
fin metes y metes cabreado consigo mismo por que la vida solo te encargo en tu
modorra que cómo un autómata te dedicarás
a un solo oficio, hacer de tu cuarto, pieza o guarida, una reunión de
mierdas que te recuerden el mundo.
He dormido sobre el mundo 22 años de mi vida… desespero
puede llamarse a este mini-nihilismo viviente que se apodera de mi esta angustiosa
marcha hacia delante al ver como seguís dormidos. ¿Dónde estará el pañuelo delas gafas?
Roleto.