lunes, 2 de septiembre de 2013

Tomar Té (Ahora)

Te lo bebes,
Comes las hojas de menta,
Calientas por segundos,
Tus labios, lengua, garganta,
lo digieres
Ya está.

Entonces parece que nada pasa cuando en realidad no pasa mucho, 
El reloj de tu cocina sigue sin batería;
Los chavales del parque seguirán jugando a lo mismo de ayer tal vez con otros pantalones, pero son los mismos gritos;
Tu impresora sigue sin cartucho negro
Las fotos de ese verano que se cayeron detrás del armario reposan en la oscuridad junto a ese libro de Borges que nunca más leíste. 
Te recuestas sobre ese sillón que siempre se tiene, en ese salón que siempre está.
Notas que no pasa mayor cosa,
La mosca vuela y se posa en la otra esquina de la mesa,
Su tiempo preciado (sabiendo que duran 24 horas) es tu tiempo muerto,
Y este muerto no se llora,
Solo se ve con la misma poca profundidad que mira un cadáver cuando cae con los ojos abiertos.
La vida es esto, el vacío de mirar que había tiempo cuando ya no está
Y tu corazón va tan lento como el compás de esa canción “Where is my mind”,
Te levantas coges la tetera y te sirves otro…
Empiezas a escribir,
Entonces la cosa cambia.

Roleto

lunes, 15 de abril de 2013

El Tercero Del Beso

Es el tercero del beso
Contagiado de apetito 
O de recuerdos
Aquel se encuentra 
En el subterráneo
Mirando un lindo beso
Sus tímidos ojos
Roban por segundos
El contacto ajeno


Sus bocas trenzadas 

Sus dientes que suenan
Sus risas que injurian
Sus ojos cerrados 
Sus lujúricas mentes abiertas
Su lengua en su lengua
Sus presentes sin pasado

Perdiose el tercero en
Pensamientos mudos
Que solo provocan
Soledad al momento...

¿Y luego que vendrá?


¿Llegará a casa
Se sentará en su sofá
Y mirará esos programas 

de fútbol y chistes sin sentido?
¿Se comerá el pan duro, el caldo salado
Se matará a pajas las soledades,
Revivirá el cansancio sin ningún motivo
Dormirá solo, triste y tranquilo?

No, Lo más seguro
Es que escriba una poesía
Pidiendo que nadie
Se bese en el metro.


Roleto (jode un montón)













lunes, 8 de abril de 2013

La Querella

Este austero músculo fibroso de arterías y sangre
Que bombea melodías, quimeras y utopías
Mentiras por sí mismas para auto motivarse
De seguir en la rutina de éste febril cuerpo

Éste lúgubre miembro vital repleto de pesares…
¡Se ha puesto en huelga!

Se proclama presidente del sindicato de versos extraviados
Y victima directa de mis palabras mal dichas
Se estipula pues una querella a mi persona
Por argumentarle falsos testimonios es decir, mentiras.

Como victimario no hallo respuesta
Me veo en la penosa situación de suprimir de la lista de necesidades
El amor, la locura, el tiempo, la reflexión
Y el fruto de tales factores: la poesía

Como poder descender de la memoria
Sus raros ojos amarillos (¿Por qué son amarillos?)
Igual sería  poder descender a pedradas
La luna llena de agosto que se refleja en el lago.
Reducir a cero las veces,  que son muy pocas
Que cerebro y corazón han concordado
En que la paciencia y el silencio
Pueden ser amigas, para hallar los resultados

Pero hay razón en el demandante
Sinceramente, yo le entiendo
No se puede creer que cielo existe
Si siempre se mira directo al suelo
no se puede correr, sentirse libre
sí se esta atrapado en el cemento.
No se puede sonreír a la fulana
Si no hay fulana ni hay reflejo.
Acepto pues esta condena esta tortura esta desdicha
de dejar que corazón empaque las maletas
salga del cuerpo...
que se vaya lejos a vivir su vida.

Roleto.
 

viernes, 29 de marzo de 2013

ADIÓS CUCHARA DE AZÚCAR.


Son tantos y tantos los granos de azúcar  
Que  reposan en el jarrón de mi despensa
Pequeños, sencillos, quebradizos, desiguales
Dulces… sinceramente almíbar de miniatura.

Cuchara que estas dentro de aquel jarrón
No eres una cuchara cualquiera,
De plata, no del todo curva, brillante y siempre seca
la única plata de la casa que nunca se empeñó

Ligera, extraña, antigua, cucharita del azúcar
Son tantas y tantas las veces que me has visto con el café
Que nunca te dije gracias…
Por tus veces disponible, por tu exactitud, por tu siempre buen servicio.

Pero es el destino certero, una oda de resignación
Una forma de seguir viviendo, perdiendo por seguir no mas
Es mi cuerpo que no puede, ya el dulce soportar
Me recetaron…  qué el azúcar no lo volviese a probar.

 Roleto