lunes, 19 de octubre de 2009

La Reina De Las Aves Negras

Cuando el reloj marco la hora de tu despedida
Las aves negras se posaron en el pequeño umbral de la única ventana
Dando lugar a que suponga que ya era noche otra noche fría
Y tu princesa de las lagrimas marchitas... en tu casa dormías.

El reloj murió al poco tiempo y la noche siguió siendo dueña
Las aves negras formaron nido, de mas aves negras
Entre el insomnio, mi sombra bajo la vela discutía
Del por que el sol no se asomaba... y tu, en tu reino dormías

Vago y somnoliento esperando que la noche se fundiese
Fije soñar sobre tus labios, la bondad de su sonrisa
Mientras las aves negras a mi casa repoblaban
Ventana techo y puerta de aves negras se invadía

Luego, la ultima agonía de la vela dio paso al reino de las aves negras
Yo hacia parte de la oscuridad del tejido de estas
Poco a poco y a la esquina a la ultima guarida refugie
Extrañando la luz, la claridad, la salida de una noche eterna

No aguante mas! corrí salte aplaste demasiadas aves negras
Su sangre me repugnaba mientras a la puerta caminaba
Gritaban, decían mi nombre, sobre mi se abalanzaban
Era una victima mas que moría entre sus negras alas

Pero alcancé la cerradura llena de sangre y plumas
¡La gire! no abría, golpeé la puerta llena ésta de aves negras
Caía al suelo revuelto entre viseras y lamentos
Dándome por vencido aplastado por sus patas, patas negras

Desperté... era un sueño
Gire mi cuerpo sobre las sabanas sudadas
Hay estabas tu pintándote las uñas de tus pies
Con ese... esmalte negro.

Roleto

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