martes, 29 de septiembre de 2009

Pobre La Novia Del Poeta Soldado

El Inicio De una carta:
Cariño de mi alma, perdóname esta carta
Necesito un grito que me ayude a desahogar
Esta agonía interna que me quema y me maltrata
Desde el día que tu mano me tuve que soltar
No se que son los días desde que partí
Esa noche lluviosa donde lloraba el cielo
Lágrima tras lágrima salían de ti
Me fuí con la agonía de no tener consuelo
Y el frió poco a poco en nuestros cuerpos se encontraba
Congelo la expresión de mis ojos
Borro la ultima sonrisa de tu cara
Esparciendo por ese camino recuerdos viejos
Marche tras la visión, de unos que no conozco
Siguiendo una ideología que poco me han enseñado
Me vistieron de verde, me pararon cual obelisco
Me arrebataron mi pluma de bohemio, me brindaron arma de soldado
Sin tener la posibilidad de sacar un suspiro
Recordando ese ángel que tanto he amado
Esta es la crueldad de amarte en lo clandestino
Llegar a matar y ganar esta guerra para tenerte a mi lado
Sacrificar enemigos que no son míos, aparentar ser mezquino
Para así ocultar que soy bohemio y no soldado
Me pregunto ¿Sí, alguna vez estos soldados amaron acaso?
¿Será que sus sentimientos con rabia los ocultaron?
Espero que si, para que el día en que no vean otro ocaso
Dios les juzgue no por lo que hicieron
Sí no por los sentimientos que se guardaron.

El Pecado Necesario:
Te acuerdas amor...
Te acuerdas de los juegos que de pequeños aprendimos
Policías y ladrones, congelados, a que el perro nos persiga
A saltar la soga, a la mamá y el papá, y otros cuantos...
No se cuanto tiempo lleve, tal vez uno, o dos, o tres días.
Pero en lo que llevo aquí, me ha rodeado un pensamiento
Que la guerra no es un juego y las balas no son de mentira
Yo que pensaba que si, que eran de fantasía
Y que las únicas pistolas de las que tenia que temer eran las de agua
Hace, tal vez tres días justo, después de tu imagen besar
Cuando las sombras cubrieron todo el cielo
Y este mismo empezó a llorar
Escuche las ordenes angustiosas del sargento
Desde fuera del campamento, el enemigo empezó a disparar
Yo estaba paralizado, por completo
Pero sí no salía con mi fusil a matar
Alguno de los que estaba allí dentro, me daría por muerto
La guerra no acepta cobardes
La guerra es bruta, no sabe de sentimiento (hasta que acaba)
Maldigo al que dijo que la guerra era un arte
Y allí fui a entregarlo todo por todo
A entregar mi vida por la esperanza de verte
Corrí, salí, me arrastre, maté, ese era yo, un poeta disparándo en el lodo
Cesaron los disparos, la selva se enmudeció, no se oía nada por ninguna parte
Pero el cielo aun lloraba
Le miré y ahí venía... un avión enemigo de combate
No tenía escapatoria, fue una cruel emboscada
Sentí, que me sacudían dos balas pesadas.
Al fin en el suelo vi que mis lagrimas estaban llamándote
No quise ese día morir, quería ver a mi amada
Revolcándome de dolor en el lodo, peleando con la propia muerte
Me arrastre hasta una cercana cabaña
Allí que quedé inconsciente.

El Reencuentro
Todo ha cambiado, desde hace sólo poca noches
La cruel realidad de no tenerte es el peor de mis males
Pero a quién puedo alegarle en reproches
Sí Dios no conoce la ciudad del olvido y sus arrabales...
Agonizo por la herida, pero además de perder sangre
De ella brota mi alma que desesperada huye
Por que prefiere dejar este cuerpo de hombre
que dejarte a ti, pues el amor influye
A que la muerte de este poeta soldado
Que muere en la lejanía del olvido ajeno
No desprenda su alma de tu dulce lado...
Me desangro y muero. 
Mi alma te acompañará siempre
Encarnada en el viento
Que soplará tus cabellos y susurrará tu nombre
Aunque no me verás, siempre estaré contigo
Seré tu sombra, tu almohada, tu sonrisa
Seré el hecho de ser tuyo, pues eres tú mi destino
Sé feliz en mi nombre, por tu muerte no tengas prisa
Que un buen hombre en alguna parte, se casará contigo
Te hará mujer, te amará, pero yo seguiré siendo tu meta tu objetivo
Y tu seguirás siendo mi vida, mi felicidad, mi delirio.
Poco a poco muero desangrado, la hemorragia es muy fuerte
Tanto como las ganas que tengo a esta carta aferrarme
Quisiera seguir escribiendo pero la debilidad es constante
Me tiemblan las manos, la tranquila muerte empieza arroparme
Ahora solo pienso... en el día en que llegue a volver a verte
Y en el amor eterno nuestras almas refugiasen.
Adiós mi vida, que irónico suena, pues de esta vida hoy parto
Adiós mi ángel sólo espero que esta carta llegue a ser mi legado
Adiós mi amada novia, la novia del poeta soldado.

N.A.: Pobre la novia del poeta soldado,
sí esta carta hubiese leído
pero el misterioso destino
prefirió nunca haberle dado
esta carta de adiós
y sin que ella supiese que fue de aquel poeta,
éste se convirtió en viento hasta que ella muriera...
Ahora ella hace perritos calientes en alguna calle de New York,
mientras el cuerpo de éste reposa en algún perdido arrabal de Bangkok.
Roleto.

1 comentario:

  1. justo estaba escuchando La Canción del Soldado, de Le Punk, cuando he leído esta carta.

    Hace tiempo que no me sobresalto
    cuando suenan los tambores para guerra.
    He estado ya en algunos desfiles,
    he vivido en algunas trincheras.

    Soy un soldado más
    de la batalla por la primavera,
    pero no recuerdo haber jurado nunca
    dejarme matar por ella.

    Y a pesar de todo aún cuento los días
    porque las noches hace tiempo que no son mías.
    Busco entre el naufragio de las avenidas
    porque soy de los que van con la berbena
    y vuelven con la romería.

    Hace días que busco "pa" matarlo
    al cabrón con quién comparto las camisas
    para astillar su corazón de madera,
    para soplar su corazón de ceniza.

    Soy un colgado más
    de los que vagan por las azoteas
    pero no recuerdo haber querido nunca
    quedarme a vivir en ellas.

    Y a pesar de todo aún cuento los días
    porque las noches hace tiempo que no son mías.
    Busco entre el naufragio de las avenidas
    porque soy de los que van con la berbena
    y vuelven con la romería.


    un beso
    y mil gracias por tu comentario

    ResponderEliminar